Galletas Abbracci: la receta italiana para regalar abrazos dulces

Galletas Abbracci: la receta italiana para regalar abrazos dulces

Hay muchas formas de decir te quiero, de demostrar cariño, de regalar un momento de ternura. Y estas galletas italianas lo hacen de la manera más sencilla y bonita: con un abrazo

Se llaman abbracci —que en italiano significa justamente eso, abrazos— y son la manera más deliciosa de expresar amabilidad, afecto y amor sin palabras.

Tienen forma de rosquilla y están hechas por la unión de dos masas distintas: una de nata, más suave, y otra de chocolate negro, intensa y reconfortante. Dos sabores distintos que se entrelazan, se complementan y se unen.


El sabor de la infancia italiana

Estas galletas son una réplica casera de las famosas Abbracci de Mulino Bianco. Para los italianos, abrir un paquete de estas galletas es como abrir un recuerdo, porque aunque son dulces industriales(nada que ver con estas galletas que te recomiendo aquí), son parte de la infancia y de las meriendas en casa de la nonna.

Podríamos compararlas, en cierto modo, con las María en España. No son iguales en sabor ni en forma, pero tienen un papel parecido en la memoria colectiva.

Son entre mis galletas preferidas, juntos con I Nascondini e I Pan di Stelle.

Abbracci para todos

Los Abbracci son perfectos para regalar, para compartir, o simplemente para decirle a alguien “te abrazo con esta galleta”. Son friables, sabrosas, y acompañan de maravilla un cappuccino o una taza de chocolate caliente.

Si quieres compartir estos abrazos dulces con tus amigos veganos, solo tienes que sustituir la mantequilla por margarina vegetal (mejor sin palma ni hidrogenados) y usar bebida vegetal en lugar de leche y nata.

Galletas "gli abbracci"

  • Empezamos mezclando 165 g de mantequilla, previamente sacada de la nevera para que se ablande a temperatura ambiente, con 100 g de azúcar. Mezclamos hasta obtener una crema homogénea.

  • Añadimos 2 yemas y 1 huevo: es importante que cada uno se incorpore completamente antes de añadir el siguiente.

  • Añadimos una pizca de sal y media cucharadita de levadura y mezclamos bien.

  • Ahora pesamos la masa total y la dividimos en dos partes iguales: una será la base de la masa de nata, y la otra la de cacao.

  • En un recipiente destinado a la masa de cacao, vertemos 175 g de harina, 25 g de polvo de cacao tamizado y una cuchara de leche. Amasamos bien con las manos y formamos una bola.

  • En un recipiente destinado a la masa de nata, vertemos 200 g de harina, una cuchara de miel y una cuchara de nata. Amasamos bien con las manos y formamos una bola.

  • Envolvemos ambas masas en papel film y reservamos en la nevera durante mínimo 30-40 minutos.
    Pasado este tiempo, formamos bolitas de 12 g cada una, tanto de la masa blanca que de la masa negra. Cada bola será una mitad del abrazo.


  • Con cada bolita, formamos un cilindro de unos 6 cm de largo, le damos una forma de semicírculo y le acostamos su otra mitad.

  • Presionamos ligeramente en los puntos de unión y ajustamos bien la forma cuando iremos posicionado las galletas en la bandeja de horno.

  • Déjalas enfriar en la nevera al menos 20 minutos. Este paso es clave para que mantengan bien la forma durante la cocción.

  • Horneamos en horno caliente durante unos 20 minutos a 180 °C.
    Dejamos enfriar completamente las galletas antes de servirlas


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