El tiramisú es uno de los postres italianos más icónicos en todo el mundo. Su receta tradicional combina el inconfundible sabor del café espresso, los clásicos bizcochos de soletilla (conocidos en italiano como savoiardi) y una crema suave a base de queso mascarpone, huevos y azúcar.
Variantes famosas del tiramisú
Aunque el clásico con café sigue siendo el más popular, con los años han surgido muchas versiones del tiramisú que han conquistado tanto a los más tradicionales como a los más curiosos. Algunas de las variantes más populares son:
- Tiramisú de fresa: muy popular en primavera, intercala láminas o trocitos de fresa fresca entre una capa de savoiardi y otra, aportando un toque jugoso y afrutado.
- Tiramisú al pistacho: en los últimos años, el pistacho se ha convertido en una auténtica food trend. Muchas recetas virales incluyen crema de pistacho mezclada con el mascarpone, creando una versión intensa y cremosa.
- Tiramisú de chocolate: perfecto para los más golosos, con capas de ganache, cacao o incluso trozos de chocolate entre los bizcochos.
- Tiramisú con Pan di Stelle (u otras galletas): una variante en la que se sustituyen los savoiardi por las populares galletas italianas «Pan di Stelle», bañadas en leche. Las recetas más
tentadoras incluyen también crema de avellanas ¡una verdadera bomba de sabor!
Tiramisú de limón,¡qué frescura!
Con la llegada del buen tiempo, me apetecía algo más ligero, refrescante y aromático: así nació este tiramisú de limón. Además, como no requiere cocción ni horno, es un postre ideal incluso para los días más calurosos del verano.
El protagonista, obviamente, es el limón (¡ojalá fuese uno de Sorrento!). Pero quise darle un toque especial preparando una infusión de té verde con menta y añadiendo hojas de menta fresca para la mezcla con la que bañé las galletas. El resultado es una nota herbal que sorprende y equilibra la acidez del cítrico.
Como toque extra, preparé también una crema de limón tipo custard que usé como topping. Es una elaboración sencilla, pero aporta un sabor intenso y una presentación mucho más vistosa.
Si tienes muchos limones y no sabes que hacer con ellos, puedes preparar el verdadero Limoncello italiano
Tips para un buen Tiramisú
Antes de empezar con la receta, quisiera darte unos tips indispensable a la hora de prepara cualquier version de Tiramisú.
- Usa ingredientes de calidad: El mascarpone debe ser fresco de nevera, los huevos preferiblemente ecológicos. En este caso utilicé también limones ecológicos, con una piel muy dura y compacta.
- Café (u otro liquido) fuerte y frío: Prepara un buen café espresso (olvidate de cafes solubles o de mala calidad) y deja que se enfríe completamente antes de mojar los bizcochos. Si el liquido está demasiado caliente, el resultado final será una base demasiado blanda.
- Monta bien las yemas y las claras: Bate las yemas con el azúcar hasta que estén muy espumosas (notaras un cambio de color, más tirando al blanco). Integra las claras montadas con movimientos envolventes para una crema aireada y ligera.
- Reposo en frío: mínimo 4 horas (mejor si son 12): El tiramisú necesita tiempo para que los sabores se integren y la textura se asiente. Prepáralo con antelación y guárdalo bien tapado en la nevera.
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Tiramisu de limón
Comenzamos rallando la piel de 1 limón y colocándola en un cazo junto con 100 g de zumo de limón colado.En otro bol, mezclamos 35 g de maicena, 1 sobre de vainilla y 120 g de azúcar. Añadimos 30 g de agua y mezclamos hasta obtener una crema lisa y sin grumos.
Luego incorporamos otros 90 g de agua al cazo con el zumo de limón, añadimos también la mezcla de maicena y cocinamos a fuego medio-bajo, batiendo con una varilla durante 1 o 2 minutos, hasta que la crema espese.
Añadimos entonces 2 yemas de huevo de golpe y mezclamos a fuego suave durante medio minuto, solo lo justo para que espese un poco más, sin llegar a hervir.
Finalmente, vertemos la crema en un plato o bandeja, cubrimos con film transparente en contacto y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Pasamos a preparar la baña para las galletas: simplemente preparamos 200 ml de té verde con menta (yo utilicé 2 bolsitas) y añadimos un puñado de hojas frescas de menta o hierbabuena. Dejamos que la infusión se enfríe por completo antes de utilizarla.
Para la crema batimos en un bol, 4 yemas de huevo con 120 g azúcar, hasta que la mezcla esté clara, espumosa y haya duplicado su volumen.
Añadimos enseguida 500 g de mascarpone (frío de nevera) integrando suavemente con una espátula, y por último incorporamos 4 claras montadas a punto de nieve. Mezclamos con movimientos envolventes, para no perder aire y conseguir una textura ligera.
Para el montaje del tiramisú: en una fuente (mejor si es de cristal para ver las capas), colocamos una primera capa de savoiardi ligeramente humedecidos en el té con menta. Basta con un par de segundos por cada lado; no los empapes demasiado para que no se deshagan.
Cubrimos con una capa generosa de crema de mascarpone, extendiéndola bien hasta los bordes.
Repetimos el proceso: otra capa de bizcochos mojados y otra de crema. Finalizamos con una capa fina del custard de limón como topping. Si quieres puedes incluso decorar con hojas de menta fresca, ralladura de limón.
