Muchas ideas para comer las flores de calabaza al estilo italiano
Desde abril hasta julio, en Italia, al caminar por los puestos de los mercados, siempre puedes encontrar flores de calabaza o calabacín, ya sean recogidas en manojos o con su pieza original.
Estas flores comestibles al 95% (hay que eliminar el pistilo en el interior y las hojitas verdes externas) son hortalizas muy coloridas y escenográficas, poseen un gusto muy suave y pueden emplearse en la cocina en diversas preparaciones.
¿Flores de calabaza o de calabacín?
La respuesta es ambos. Existen ambas flores: las flores de calabaza son más grandes y regordetes, mientras que los de calabacín tienen una forma más alargada aunque con de tamaño más pequeños. También tienen un color más anaranjado, respecto a las primeras, y un aroma más delicado. El sabor es igual, y casi difícil de reconocer.
Desde el mercado..a tu cocina
Como toda flor cortada que se respete, las flores de calabaza son fácilmente perecederas y se conservan por poco tiempo. Mi consejo es que las trates como un ramo de rosas. Después de comprarlas, colócalas en un jarrón con el tallo en agua. Mejor si se usan el mismo día, o a más tardar dentro de dos, para que los «pétalos» se mantengan firmes.
¿Cómo cocinar las flores de calabaza?
En la gastronomia italiana existen muchas recetas tradicionales, en particular en la cocina ligure, napolitana y romana. Algunos ejemplos:
- Fiori di zucca alla romana. Las flores se rellenan con queso mozzarella y anchoas, se pasan por una masa de tempura y se fríen en aceite caliente. Exterior crujiente y corazón fundido. Ideal para un aperitivo entre amigos.
- Pizzelle di sciuriili. Se prepara una masa con harina, huevos y parmesano rallado y flores de calabaza. Luego se fríen a cucharadas. Son un clásico del street food napolitano.
- Fiori di zucca alla ligure. La receta tradicional incluye en el relleno patatas y judías verdes, que son los mismos ingredientes que encontramos en otra receta típica. ¿Sabes cual es? La pasta al pesto.
Más recetas con las flores
Las flores de calabaza o calabacín se pueden utilizar en numerosas otras recetas. Si todavía no lo habías aún considerado, las puedes añadir como topping a tu pizza (te aconsejo que las añadas al final de la cocción, así no se quemaran). La pizza de la foto tiene base de tomate, queso provola ahumado, cebolla y flores de calabacín. Pero me gusta mucho también en versión pizza bianca, para disfrutar más el sabor delicado de la flor.
¿Y por qué no utilizarlas en la pasta? Prueba unos spaghetti con tomates cherry y flores de calabacín, o spaghetti con flores y guanciale o pancetta, según lo que tengas en la nevera (¿sabes la diferencia?).
Acompañan muy bien tanto los huevos, que el pescado, como gambas, anchoas, mero, lubina y lenguado.
Finalmente te dejo una receta de flores de calabacín sencilla y saludable, al horno. Solamente necesitas unas 15 flores y tu queso fresco preferido (yo ricotta).
FLORES DE CALABACÍN RELLENOS AL HORNO
Empezamos mezclando 300 gr de ricotta bien escurrida con 1 cucharada de parmesano rallado, una pizca de sal y pimienta negra. Puedes utilizar otro tipo de queso fresco, pero es importante que le quites el agua para que no tengas problemas durante la cocción en horno.
Con la mezcla prepara una manga pastelera y ponla en la nevera.Seguimos limpiando las flores con mucho cuidado, buscando de no romperlas y quitando con delicadeza las partes espinosas exteriores, y el pistilo.
Cortamos en cubitos unos 50 gr de queso mozzarella. En cada flor añadimos primero 2 o 3 cubitos de mozzarella y luego, utilizando la manga, rellenamos de crema toda la flor.
Colocamoslas en una bandeja de horno, previamente untada con un buen chorro de aceite virgen extra.
Añadimos un poco más de mozzarella en la superficie, hojitas de albahaca fresca, salpimentamos a gusto y cubrimos la bandeja con una hoja de papel para hornear o papel de aluminio.
Cocinamos a 180° durante 20 min. Durante los últimos 5 min retiramos el papel, añadimos un chorrito de aceite y completamos la cocción. Servir no muy caliente.