Perfectas como aperitivo o entrante, durante una barbacoa o como una cena ligera y saludable.
Las bruschette son rápidas de preparar, con pocos ingredientes, poco trabajo… pero siempre se disfrutan con gusto. ¡Un poco como la pizza!
¿De dónde viene la palabra “bruschetta”?
El termino bruschetta proviene del verbo italiano “abbrustolire” que significa tostar el pan. Por eso, el ingrediente más importante para hacer unas bruschette perfectas es, como puedes imaginar, un buen pan artesanal —mejor aún si es de trigo duro.
En Italia, por ejemplo, uno de los más apreciados es el pane di Altamura, ciudad de la Puglia, o el pane cafone napolitano (en este post te cuento más sobre los 10 panes más famosos de Italia). Evita usar panes blandos para tu bruschetta, como la chapata o el pan de molde, y asegúrate de cortar una rebanada gruesa, para evitar que se deshaga bajo el peso de los ingredientes.
¿Cómo se tuesta el pan?
Puedes tostarlo en tostadora, en una plancha o sartén bien caliente, sin añadir aceite.
También puedes utilizar el horno con función grill, a 200°C durante 7-8 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción. Si no tienes grill, usa el horno estático a 200 °C durante unos 15-20 minutos.
Aunque, para mí, la mejor opción sigue siendo la parrilla: le aporta ese toque ahumado que convierte una buena bruschetta en una experiencia inolvidable.
¿Qué hay más allá del pan?
Como decíamos, el secreto de este plato está en la sencillez y la calidad de los ingredientes. Además del pan, solo necesitas aceite de oliva virgen extra y tomates.
Sobre el aceite: solo te diré que uses uno bueno, virgen extra, con el grado de amargor o acidez que más te guste. Y sobre los tomates: puedes usar cherry o tomates de rama bien maduros.
Si ves que sueltan mucha agua, déjalos escurrir unos 10-15 minutos antes de usarlos. Córtalos en cubitos (de 2-3 cm o más pequeños, según prefieras) y ponlos en un bol con:
- Cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Una pizca de orégano
- Dos dientes de ajo partidos por la mitad
- Unas hojas de albahaca fresca (lávalas y trocéalas con las manos, así no se oxidan)
Sazona con sal y una pizca de pimienta negra, y deja reposar a temperatura ambiente durante al menos una hora. Este paso es clave para que los sabores se mezclen bien y el aliño quede perfecto. Si no tienes todo este tiempo, por favor espérate mínimo unos 10 minutos , justo el tiempo de tomarte un Sprtiz ;)
Todo listo para montar la bruschetta al pomodoro
Cuando el pan esté bien tostado y aún caliente, muchos italianos no pueden resistirse a frotar la rebanada con un diente de ajo y rociarla con un chorrito de aceite extra.
Luego solo queda añadir unas cucharadas del condimento de tomate y decorar con unas hojas de albahaca fresca.¡Voilà!
¿Qué hay más allá de la bruschetta di pomodoro?
Hasta aquí, la receta básica de la bruschetta al pomodoro, pero pero puedes personalizarla a tu gusto. Puedes añadir mozzarella fiordilatte o mozzarella di bufala o unas anchoas. Incluso añadir piñones o almendras tostadas y picadas.
Y si te atreves más, te dejo aquí algunas ideas para unas bruschettas más fantasiosas:
- Bruschetta con burrata, berenjena y calabacín asado.
- Bruschetta con formaggio pecorino y pancetta crunchy.
- Bruschetta con crema de calabaza, speck y queso de cabra.
- Bruschetta con crema de garbanzos y gambas glaseadas al vinagre balsámico.
- Bruschetta con queso crema, manzana asada y canela.
¿Cuál probarías primero?
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